jueves, 16 de febrero de 2012

Los medios de comunicación como actores de la aldea global










Una de las preguntas que se destacan por ser constante en mi devenir como Comunicador Social en formación, se remite a si la censura como tal se hace presente en los medios de Colombia y si estos medios son responsables en su quehacer diario en la aldea global en la que nos encontramos inmersos. Esta inquietud,complementa las tres planteadas y que giran alrededor del concepto de "mass media"


Me enfoco puntualmente al marco en el que se presenta la información indiferente al "medium" que se use como vehículo, ya que hemos de ser justos en afirmar que la gran mayoría de estos son concisos, pero desafortunadamente los pocos que no cumplen lo anterior, generan una mayor resonancia y esta se hace más evidente al entender la comunicación como un proceso biosocial.


¿Resonancia?, pues si, esta la hemos de asumir como esa gran divulgación y/o propagación  que adquiere un hecho y que a veces no tiene las características o repercusiones para ser importante. Dado esto, es claro que los medios masivos (solo remitámonos a los canales nacionales y a las emisoras de música tropical) a los que habitualmente acude el grueso de la población, están empacados en un amasijo compuesto por el facilismo intelectual, la chabacanería per se  y los intereses comerciales que dictan las cabezas que los orientan. 


Solo escuchemos en las mañanas de seis  a  nueve aproximadamente a las “ocurrentes” y “divertidas” emisoras tropicales y nos daremos cuenta que la responsabilidad como la conocemos no existe. Esa capacidad existente de una emisora en reconocer y aceptar las consecuencias de lo que emiten libremente está ausente. Situación: A los que hemos tenido el infortunio de coincidir con una de estas emisoras, nos damos cuenta que, estamos siendo sometidos a la ordinariez, la vulgaridad y la ramplonería de los mal llamados humoristas y adicionalmente se atreven a comentar los sucesos del día! enmarcándolos en la trivialidad que enmarca a un tipo de emisión, como el descrito, desdibujando el alcance real del acontecimiento. Resultado: Información sin análisis y cero responsabilidad hacia los escuchas. ¿Es este el resultado esperado en una cultura global?


En este vínculo pueden conocer a quienes hacen las "delicias del público" en las mañanas:








                      Los nunca bien ponderados humoristas colombianos







No nos alejemos de los dos canales privados. Al comparar la información de un acontecimiento de los noticieros que se transmiten en estos canales, con la misma información en un canal internacional u otro medio nacional, nos damos cuenta inmediatamente que solo obtenemos un producto informativo sin profundidad, carente de análisis y a veces complementado con sonidos o imágenes que resaltan el interés malsano hacia un determinado drama. ¿Qué nos queda como televidentes de un canal privado colombiano? Pues algo que aunque nos parezca exagerado y que se nos presenta en los tiempos vigentes de la "Aldea Global", se denomina CENSURA! 


                                       




De pronto nos contagiamos!
(imagen extractada del blog equinoxio)


La censura como tal no es la que se implanta en un régimen o la que la iglesia impone al alejarse de los dogmas que la sustentan. No, tenemos un nuevo tipo de censura, la censura “light”  que consiste en permitir que un medio emita informaciones que previamente han sido ajustadas a los intereses del canal y censados por los directores de noticias, añadiendo u omitiendo lo que realmente requiere un espectador al ver un noticiero: la verdad y veracidad que son inherentes a cualquier mensaje. Ejemplos para sustentar esta afirmación hay muchos, pero este no es la tribuna para enunciarlos. 
  






Retomemos con una máxima de Virgilio, “El hombre es lo que come” y si en nuestro caso nos remitimos a “comer” mediocre, la desnutrición mental, se hará presente y el hecho que toleremos que los medios nos quiten nuestros “nutrientes”, nos hace pasivos ante esta hecho, abriendo las puertas a esta censura tácita y a desdibujar el real sentido del planteamiento de este prominente educador y filósofo canadiense.








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